Es la meta final del Camino de Santiago y cuenta con un casco antiguo declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Si algo destaca de esta ciudad milenaria es su impresionante conjunto monumental. Buena prueba de ello son los palacios, iglesias, callejas y plazas que hay en el centro histórico, una zona que no puede perderse. Vista ropa cómoda, hágase con un plano de la ciudad y no se olvide de la cámara de fotos.
Esta es nuestra propuesta para pasar un agradable día en Santiago: Una excelente manera de empezar la mañana es un buen paseo por las calles y plazas que forman el casco histórico. Se trata de una sucesión de vías estrechas, plazas y edificios de granito con siglos de historia, muchos de ellos de la época medieval. Entre todos ellos brilla con luz propia la Catedral, cuya majestuosa fachada se eleva sobre la plaza del Obradoiro.
Tras visitar esta joya arquitectónica se puede participar, a las 12.00 horas, en la misa del peregrino. Durante esta celebración, el botafumeiro, un gigantesco incensario, sobrevuela por el techo del templo. Le aseguramos que ver de cerca este ritual es una experiencia memorable. Aproveche la ocasión para subir a las cubiertas de la Catedral y contemplar desde lo más alto toda la ciudad. Antes de seguir la ruta, acuda a cualquiera de los bares y restaurantes, así podrá conocer la gastronomía de Galicia.
Con el estómago lleno, una buena opción es pasar las primeras horas de la tarde en alguno de los muchos parques y jardines de Santiago. Le recomendamos que se acerque al céntrico parque de la Alameda, junto a la parte antigua de la ciudad, un espacio que nació en el siglo XIX y que, aún hoy, es un mirador privilegiado del casco viejo.
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